La flor de amate (leyenda)
El amate es un árbol muy grande que provee de una gran sombra, crece mucho en los potreros donde se tiene el ganado y también donde están las moliendas de caña de azúcar. Según creencias que se han transmitido por generaciones en El Salvador, se cree que el amate es un árbol misterioso.
Una de esas creencias precisamente dice que bajo la sombra de este árbol asustan por las noches, pero la más popular es sobre la flor de amate, porque solamente la pueden ver los niños y los sordos, y únicamente se observa en la medianoche y se debe atrapar con un pañuelo blanco para que no desaparezca. Cuentan que cuando la flor brotaba, que no era de todos los días, debía recogerse del suelo o cortarla de la rama con un pañuelo blanco, envolver la flor con delicadeza, traslapando las cuatro puntas a modo que queden como una cruz, sino la flor desaparece y se va la suerte.
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